Hoy Chile, inmerso en un proceso de cambio global, se enfrenta a grandes decisiones que podrían definirnos como sociedad, y ante esto el Colegio de Arquitectos de Chile, y probablemente el gremio, se encuentra inmovilizado y sin un rol claro frente al país, y el proceso de transformación en el que éste se encuentra.
Nuestro Colegio, sin propuestas internas ni hacia el territorio, no escuchó el estallido social, no está escuchando la pandemia, ni los conflictos económicos que afectan a los sectores más desprotegidos de nuestra sociedad, y no ha escuchado tampoco, a las arquitectas y arquitectos afectados por esta situación.
Los conflictos actuales que se viven a lo largo del país tienen mucha relación con el quehacer de nuestro gremio, arquitectos y planificadores. Conflictos que se expresan en altos índices de segregación, deficiente acceso a servicios básicos, déficit cualitativo y cuantitativo de vivienda y espacios públicos, barrios deteriorados y ausencia de derechos ciudadanos.
Es mucho lo que puede proponer y hacer nuestro Colegio frente a las dramáticas condiciones de vida que presentan miles de familias en campamentos, frente al hacinamiento, la cesantía, las urgencias en alimentación, que las llevan, muchas veces, a perder sus esperanzas de realización en la vida. Desde nuestro oficio, con propiedad y responsablemente, podemos aportar en la definición de políticas públicas en materias de vivienda, desarrollo urbano y planificación territorial, en el corto, mediano y largo plazo. Hoy, por ejemplo, podemos aportar para resolver temas de emergencia en el ámbito de la vivienda y el mejoramiento de las condiciones de urbanización e infraestructura.
¿Por qué hemos llegado a este silencio del gremio ante la opinión pública?
Principalmente porque quienes históricamente nos han dirigido, han desestimado el sentido gremial y social de nuestra orden, perdiendo en el ejercicio de la profesión su cercanía con la realidad y el territorio, razón esencial de nuestra existencia como institución de la sociedad civil.
Se han privilegiado intereses personales por sobre el colectivo, imponiéndose las decisiones elitistas, y han surgido así rasgos de autoritarismo en la conducción gremial, expresados en la forma en que algunos integrantes de nuestras mesas directivas han entendido su cargo y responsabilidades, considerándolas arbitrariamente como distintas y superiores al resto de sus colegas.
Todos los aquí firmantes, arquitectas, arquitectos y dirigentes, observamos esperanzados los procesos de cambio que se están dando al interior de nuestra organización gremial, los esfuerzos y anhelos por construir una institución más inclusiva, descentralizada, pluralista y profundamente conectada con nuestra sociedad. Los pasos concretos por considerar a todas y todos los arquitectos de Chile, para con esto construir, sinceramente, una institución más democrática y representativa.
Llamamos a todas y todos nuestros colegas del país, colegiados o no, a considerar el futuro de nuestro gremio y de nuestra profesión, conscientes del tiempo que nos toca vivir, en que todas y todos estamos convocados a definir cómo será nuestro Chile y su camino de desarrollo en las próximas décadas, y a imaginar ese futuro en términos espaciales y sociales, planteando derechos y deberes de ciudadanas y ciudadanos que compartiremos, juntos, voluntades comunes.
Este llamado es a que concordemos una solución a las diferencias que nos han mantenido capturados, para volvernos a encauzar en lo que nos corresponde, la profesión, el cuidado de nuestros colegas, la arquitectura, la ciudad, la ciudadanía, el Chile de hoy y el de mañana.
Súmate enviando nombre completo a: arquitectxsporchiledigno@gmail.com
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